Sin duda alguna las dos marcas de violines por excelencia son Stradivarius y
Guarneri, aunque no sean marcas propiamente dichas.
Los violines que llevan estos nombres son de época y fueron fabricados por los
luthieres Antonio Stradivari y Giuseppe Guarneri. Muchas de sus piezas se han
conservado en el tiempo y actualmente tienen mucho valor, tanto como instrumentos musicales como
piezas de colección. Algunos violines Stradivarius
y Guarneri están expuestos en museos o colecciones públicas mientras que otros permanecen en
manos de coleccionistas privados o
famosos violinistas
mundialmente conocidos. Otros, en cambio, están perdidos. Además de estos también es sencillo
encontrar violines falsos o imitaciones, sobre todo de los Stradivari. Se cree que un
porcentaje de las 650 piezas que el luthier de Cremona construyó y que aún se conservan son meras
copias. Los auténticos
violines Stradivarius
tienen inscripciones con el nombre de Stradivari, la fecha y el lugar de fabricación.
Además de las piezas originales de estos dos luthieres históricos también
existen de otros fabricantes clásicos. Tal es el caso de los componentes de la familia italiana
Amati; el padre, Andrea Amati, fue el que estableció la forma del violín
moderno. Enseñó el oficio a sus dos hijos, Antonio y Girolamo Amati.
Girolamo tuvo un hijo que también se convirtió en luthier. Se llamó Niccolò
Amati y fue el la persona que se encargó de transmitir el arte del luthier a un entonces
joven Antonio Stradivari. Además instruyó al austríaco Jakob Steiner, que fue el
primer luthier al norte de los Alpes, a su hijo Girolamo Amati II y a
Andrea Guarneri, abuelo del segundo luthier más famoso de la
historia del violín,
Giuseppe Guarneri de Gesú. Antonio Stradivari enseñó a sus dos hijos, pero el
éxito de estos no fue el mismo. Se estima que los violines que fabricó cuando trabajaba solo son de
mejor calidad y que las que se le atribuyen en sus últimos años de profesión pertenecen en realidad
a sus hijos, aunque es un hecho no demostrado. Andrea Guarneri, por su parte,
instruyó a sus hijos Pietro y Giuseppe Guarneri. Este último instruyó a sus
dos hijos, también llamados Pietro y Giuseppe. La calidad de los violines del segundo
solo era comparada con la de los de Antonio Stradivari, por lo que pasó a conocerse
como Giuseppe Guarneri de Gesú. Suyo es el
violín
por el que más dinero se ha pagado en una subasta: la pieza llamada Vieuxtemps Guarneri le
costó al pujante 18 millones de dólares.
La tradición familiar cesó y los conocimientos no se transmitieron a posteriores
generaciones, por lo que las piezas fabricadas por los luthieres ya mencionados son los violines
más caros y mejor valorados en el mercado a día de hoy. Se han intentado reproducir ejemplares
similares pero nunca con el mismo éxito.
Las
marcas de violines
actuales que venden violines tradicionales, incluyendo modelos de todas las gamas son
Cremona, Etinger, Eastman, Stentor, Kreutzer, Corina,
Gliga, Rapsody, Franz Hoffmann, Knilling, Scott
Cao o Höfner. El mercado asiático también es elegido por muchos
violinistas
(especialmente novatos) debido a sus precios más económicos, normalmente acompañados de un descenso
en la calidad del instrumento.
Dentro del mundo de los
violines eléctricos
las marcas más conocidas son Yamaha, NS Design, Wood violin,
Barcus-Berry, Bridge, Vector, Skyinbow, Jordan, Fourness,
MSI y Stratton.